Una buena nutrición en la primera etapa de la vida es esencial y necesaria, el buen desarrollo tanto físico como psíquico dependen de una buena alimentación. Hay que proporcionar al niño una alimentación suficiente en cantidad y adecuada según su etapa de la vida para crear, en primer lugar, una primera barrera contra las enfermedades y, en segundo lugar, poner las bases de unos futuros buenos hábitos alimentarios.
La alimentación ideal del recién nacido durante al menos sus primeros seis meses de vida es la leche materna, le aporta todos los nutrientes que necesita, al mismo tiempo que les proporciona las defensas necesarias frente a posibles enfermedades. Según estudios realizados, está demostrado que los lactantes amamantados a largo plazo presentan menos obesidad, asma, diabetes, celiaquía o hipertensión arterial, además de reforzar el vínculo materno filial y además el movimiento que realiza el bebé para succionar lo prepara para la masticación.
Una vez pasado los seis meses se debe comenzar a introducir una alimentación complementaria como fruta, puré de verduras o incluso mezclado con pollo o pavo cocido, papilla de cereales…, sustituyendo alguna de las tomas de leche por este tipo de alimentos en pequeñas cantidades, aumentándolos gradualmente con el fin de que el bebé vaya aceptando los nuevos alimentos y dando tiempo al organismo para su adaptación. Cada nuevo alimento es aconsejable introducirlo de manera aislada, sin combinarlo con otros nuevos, para poder detectar posibles alergias alimentarias. A los niños debe dársele de comer despacio y con paciencia, atendiendo a las señales del hambre y también a sus señales de saciedad, si gira la cabeza, cierra la boca o intenta retirarse significa que está lleno y no necesita comer más.
A partir de los 8 meses se le puede dar a los niños alimentos blandos que puedan coger con la mano como pan, galletas…, al comer ellos con sus manos experimentan con los sabores de los alimentos y pueden elegir lo que les gusta. El biberón debe utilizarse solo en los primeros meses de vida, más tarde los zumos se ofrecerán en vaso.
A partir de los 12 meses es conveniente incorporar al bebé a las comidas con toda la familia, para que el niño siguiendo el ejemplo de sus padres o hermanos mayores vaya adquiriendo poco a poco los hábitos saludables de alimentación, convirtiendo así la hora de comer en un momento de aprendizaje. A partir de esta edad los niños poco a poco pueden comenzar a comer los mismos productos que el resto de la familia.
Otras pautas o consejos generales e importantes pueden ser:
- Establecer el hábito de lavarse las manos antes de comer.
- Se deben establecer unos horarios de comida.
- Utilizar cubiertos y cucharas de un tamaño adecuado a su edad, los vasos deben ser de un material irrompible.
- Cuidar la presentación de los alimentos, su temperatura, su colorido haciendo que sean agradables a la vista…
- Deben evitarse los productos de bollería, salsas, edulcorar con azúcar, miel, leche condensada, bebidas con gas y/o edulcoradas, jugos artificiales, etc. Las chucherías, caramelos, dulces… y otros productos es preferible reservarlos para momentos puntuales como las fiestas de cumpleaños. Actualmente incluso grandes empresas del sector de la animación infantil crean campañas específicas para promover la alimentación saludable en todo momento, como Ideal fiestas una tienda online de disfraces y artículos para fiestas que apuesta por animar a los niños a vivir saludablemente.
- Es importante ofrecer agua al niño varias veces al día para que sea él quien regule lo que necesita beber. Mientras dura exclusivamente la lactancia materna no es necesario el aporte de agua, se iniciará cuando se comience con la alimentación complementaria.
- La comida hecha en casa siempre es mucho más sana que la elaborada de forma industrial, además si dejamos que los niños nos ayuden en la cocina y que se involucren en su elaboración, siempre será un momento divertido para ellos.
- Una alimentación inadecuada en la primera infancia puede provocar un mal rendimiento escolar, cansancio, deficiencia de vitaminas, etc.
La OMS y UNICEF de la mano para luchar por una alimentación saludable
La Organización Mundial de la Salud (OMS) junto con UNICEF y la Red Internacional de Grupos pro Alimentación Infantil (IBFAN) han publicado un nuevo informe en el que piden a los países la reforma de su legislación para a través de ella poner fin a las estrategias fraudulentas y engañosas de las comercializadoras de sucedáneos de la leche materna, para de este modo proteger a las familias contra afirmaciones falsas sobre la inocuidad de los sucedáneos de la leche materna. De los 194 países analizados, solo 79 países prohíben la promoción de estos sucedáneos en centros sanitarios.