El neón fue inventado por primera vez en París, en 1910, por el químico Georges Claude. Desde entonces, hizo un largo recorrido en la historia hasta popularizarse en todo el mundo y empezar a aparecer en todas las señales de las calles de Hollywood, e incluso, ser uno de los personajes principales en películas como Sunset Boulevard, o por ejemplo, en la cartelera de Pepsi-Cola de la ciudad de Nueva York que sigue siendo de color rojo cereza y, 77 años más tarde, se constituye como un emblema perfecto del verano americano que brilla a lo largo del East River. El neón era la forma de luz más lujosa que uno podía imaginar.