Estamos a poco más de tres semanas de que tenga lugar una de las fiestas más representativas del mundo anglosajón y que en España hemos adoptado con gusto y ganas, especialmente por los jóvenes. Hablamos inequívocamente de Halloween, una moda que ha traspasado la frontera de las películas para instalarse cada 31 de octubre en las calles, plazas y bares de todas y cada una de las ciudades españolas.
Sin embargo, hay quien asegura que esta tradición nació, en parte, en nuestro país. La Cadena SER, con motivo de la celebración de Halloween el pasado 2016, publicó un artículo en su página web en el que hacía referencia a que la festividad se celebraba mucho antes en nuestro país que, por ejemplo, en Estados Unidos. Por aquel entonces se denominaba Samaín, una celebración que tenía cierta repercusión también en las islas británicas y en el centro de Europa y que no se trasladó al gigante norteamericano hasta el siglo XIX.
Los españoles tenemos por tanto todo el derecho del mundo a reivindicar y celebrar una tradición como Halloween. Y por suerte en los últimos años estamos siguiendo esta premisa al pie de la letra. La cantidad y la calidad de los eventos que se organizan en cada lugar es cada vez mayor y por tanto la gente está comenzando a tomarse en serio una fiesta que es idónea para pasar con amigos, compañeros de trabajo o instituto e incluso con la familia.
La fiesta ha ganado en importancia porque cada vez más personas se disfrazan. Halloween es una fiesta que, como Carnaval, carece de sentido si no se es capaz de otorgarle un aire diferente. En su caso, tétrico y terrorífico. Los disfraces y los elementos de decoración que se encuentran a la venta estos días ayudan a otorgarle ese aire a los diferentes lugares de reunión de la gente.
Sin embargo, hay maneras y maneras de dar terror. Hay disfraces y elementos de decoración que dan verdadero miedo y otros que, simplemente, cubren el expediente para un día como el 31 de octubre. Hay que distinguir lo que es realmente adecuado para Halloween y lo que no, y el mejor filtro para distinguir una cosa de otra es acudir a una entidad como La Casa de los Disfraces.
En una entidad como tal descubrirás realmente lo que es el terror. Sus disfraces están diseñados única y exclusivamente para dotar de un aire real a cada festividad. Halloween es un buen momento para demostrarlo y Carnaval también. La calidad, que viene acompañada de una inmensa variedad de posibilidades y de un precio adecuado para tu bolsillo, hará de la experiencia algo sensacional y que podrás repetir cada año acudiendo a La Casa de los Disfraces.
Complementa tu disfraz con una decoración terrorífica
Como se comentaba con anterioridad, no son sólo las vestimentas de las personas lo que cambia para festejar Halloween. La mejor manera de hacer de la fiesta algo que entre por nuestros cinco sentidos es realizar un cambio en la decoración de los lugares. De ese modo todo es más real, más creíble. Y en La Casa de los Disfraces también pueden obtenerse los mejores elementos de decoración para ello. Para que engalanes tu casa o tu bar de cara a la que será sin asomo de dudas una gran noche.
Salir a la calle para celebrar este tipo de acontecimientos es recomendable para todo el mundo. Mucha gente no celebra Halloween porque no la considera una fiesta española. Sin embargo, hemos visto que es una celebración mucho más nuestra de lo que pensábamos. Por tanto, no debemos tener ningún reparo a la hora de festejarla.
Es la hora de comenzar a preparar, de cara al próximo día 31, lo que debe ser una fiesta para unir. Unir amigos, familiares y conocidos. Aunque el terror sea la excusa. Eso, en definitiva, es lo que menos importa.
