Realmente todos sabemos que es una sauna, pero pocos pensamos realmente en que se trata de un espacio diseñado para la relajación y la desintoxicación. Tradicionalmente, las saunas eran una parte integral de la cultura escandinava, pero su popularidad se ha extendido en todo el mundo. En este sentido, hoy en día, tener una sauna en casa se ha convertido en una opción popular para aquellos que buscan mejorar su bienestar y disfrutar de un oasis privado de relajación.
Así, con el paso de los años hemos ido aprendiendo a identificar las bondades que tienen las saunas y, como es lógico, cuanto más a mano las tengamos, mejor. Por ello, tener una sauna en casa, entre otros, nos aporta una serie de beneficios que pasan por:
- Desintoxicación: la sauna aumenta la circulación sanguínea y mejora la eliminación de toxinas del cuerpo a través del sudor. Esto es especialmente beneficioso para aquellos que tienen una dieta poco saludable, están expuestos a contaminantes ambientales o consumen alcohol con regularidad.
- Mejora la salud cardiovascular: pasar tiempo en la sauna puede mejorar la salud del corazón y los vasos sanguíneos. Los estudios han demostrado que las personas que usan saunas con regularidad tienen un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares, tal y como nos apuntan los expertos en la materia de Saunas Luxe, quienes están acostumbrados a fabricar a medida este tipo de productos para decenas de hogares y, por experiencia, conocen de primera mano todas sus bondades.
- Relajación: este es un lugar para desconectar del estrés y las tensiones cotidianas. El calor y el ambiente tranquilo son excelentes para reducir la ansiedad y la tensión muscular.
- Mejora el sueño: su uso antes de acostarse puede ayudar a mejorar la calidad del sueño. El calor ayuda a reducir la ansiedad y el estrés, lo que permite que el cuerpo se relaje y se prepare para el sueño.
- Alivia el dolor muscular y articular: es un tratamiento popular para los dolores musculares y articulares. La combinación de calor y sudoración ayuda a reducir la inflamación y la tensión muscular, lo que puede aliviar el dolor.
- Fortalece el sistema inmunológico: la exposición regular al calor de la sauna puede aumentar la producción de glóbulos blancos en el cuerpo. Estos glóbulos blancos son responsables de combatir las infecciones y enfermedades, lo que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
- Promueve la pérdida de peso: pasar tiempo en estas estancias puede ayudar a quemar calorías y perder peso. El calor aumenta la frecuencia cardíaca y el metabolismo, lo que puede ayudar a quemar calorías adicionales.
- Mejora la piel: es un tratamiento popular para mejorar la apariencia de la piel. El calor ayuda a eliminar las impurezas y el sudor excesivo, lo que puede mejorar la textura y la claridad de la piel.
- Mejora la función pulmonar: su uso puede ayudar a mejorar la función pulmonar en personas con afecciones respiratorias. El calor ayuda a dilatar los bronquios y mejorar la circulación sanguínea, lo que puede mejorar la respiración.
¿Qué tipos de saunas existen?
Hoy en día existen varios tipos de saunas que difieren en su diseño, construcción y fuente de calor. Así, entre otras, las que más habitualmente nos encontramos en todo el mundo son:
- Sauna finlandesa: también conocida como sauna tradicional, es la forma más común de sauna. Se construye con madera y se calienta mediante una estufa de leña o una estufa eléctrica. La temperatura suele oscilar entre los 70 y los 90 grado, con una humedad del 10 al 20%.
- Sauna infrarroja: utiliza paneles de infrarrojos para calentar el cuerpo directamente, en lugar de calentar el aire circundante como en la sauna finlandesa. La temperatura suele ser más baja, entre 40 y 60 grados, lo que la hace más adecuada para personas con problemas respiratorios o cardiovasculares.
- Sauna de vapor: también conocida como baño turco, la sauna de vapor se construye con baldosas o piedra y se calienta mediante un generador de vapor. La humedad en una sauna de vapor suele ser del 100%, con una temperatura que oscila entre los 40 y los 60 grados.
- Sauna de luz: combina la terapia de luz con la sauna infrarroja. Se utiliza luz roja o infrarroja para calentar el cuerpo directamente, lo que se cree que tiene beneficios para la salud, como la mejora del sistema inmunológico y la reducción del dolor y la inflamación.
- Sauna de sal: es similar a la sauna de vapor, pero se agrega sal al generador de vapor para crear una atmósfera salina. Se cree que la inhalación de aire salino tiene beneficios para la salud, como la reducción de la inflamación y la mejora de la salud respiratoria.
- Sauna de hielo: se utiliza para enfriar el cuerpo después de un período de tiempo en una sauna caliente. Se construye con hielo o nieve y se utiliza para enfriar el cuerpo rápidamente, lo que puede mejorar la circulación y la recuperación muscular.