Existen momentos de la vida que generan un cierto estrés y un cierto pánico entre las personas. Son momentos en los que sabemos que todo debe salir bien sí o sí, que nada puede fallar. Momentos que nos pueden quitar el sueño y a los que, ya sea tarde o temprano, nos vamos a tener enfrentar. Tengamos 18 o 50 años. Da igual. La verdad es que hay aspectos en los que la vida nos exige una actuación determinada y que hay que atravesar. Ley de vida lo llaman. Así de simple.
Uno de esos aspectos de los que venimos hablando es sin duda lo que engloba a las mudanzas. La verdad es que este tipo de momentos son verdaderamente importantes a la vez que estresantes y complicados. No cabe duda de que se trata de cambios necesarios: una persona debe cambiar de residencia alguna vez en su vida, ya sea porque se independiza o porque se traslada de trabajo. Cambiar de aires es siempre una opción que nadie debería descartar. A mucha gente le ha funcionado.
Sin embargo, parece ser que a los españoles no nos hace mucha gracia eso de cambiar de casa. Eso es lo que asegura en un de sus noticias el portal web Idealista. Eso engloba buscar un nuevo domicilio, amueblarlo, pagar una nueva hipoteca… en definitiva, implica un montón de compras que una persona en determinados casos no quiere asumir o no puede. A veces es inevitable hacerlo. Sea como sea, el caso es acertar con el cambio. De ser así, el esfuerzo merece la pena.
El portal web ennaranja.com hizo referencia hace algún tiempo a varios consejos que son de mucha utilidad a la hora de realizar una mudanza. Entre ellos se recoge la necesidad de pedir ayuda, la de elaborar un plan detallado para que nada se nos escape, pagar a los proveedores cuanto antes para no tener problemas, cuidar el orden y la limpieza, contratar un seguro, coger vacaciones para intentar tener el máximo número de horas posible para organizarlo todo… En definitiva, un montón de cosas.
Ese artículo hace referencia a una cuestión que queremos destacar a partir de ahora, que no es otra que la de utilizar los materiales adecuados para cuidar los enseres personales que son transportados de la vivienda antigua al nuevo lugar de residencia de esa persona o de esa familia. Por todos es sabido que las mudanzas son momentos en los que se pierden un buen puñado de cosas o, simplemente, se rompen. Mantener un orden, una organización y conseguir una buena protección para todo aquello que transportamos en un momento como este es fundamental para que no haya imprevistos y tengamos que gastar un dineral en suplir los enseres dañados.
Las mudanzas son momentos en los que pueden salir mal bastantes cosas y en los que solemos adquirir y comprar bastante material de protección con el objetivo de que ninguno de nuestros enseres personales sufra ningún daño, algo que por desgracia es bastante habitual en la actualidad. Desde Cuerdas Valero nos han contado que, en contra de lo que mucha gente cree, un material como la cuerda sigue siendo un habitual en este tipo de situaciones. De hecho, y según los mismos profesionales, pocos han sido los momentos en los que, en España, se ha usado más la cuerda que ahora.
Simbiosis entre la tradición y la modernidad
La verdad es que el uso de este material trae a colación algo que, desde luego, no deja de ser bonito: la simbiosis que provoca un simple material que comenzó usándose hace siglos pero que sigue siendo de lo más útil en una sociedad que cada vez destaca más por la presencia de máquinas y tecnología punta que permite una enorme cantidad de acciones con el más mínimo esfuerzo humano.
¿Seguirán las cuerdas usándose en el futuro? Lo cierto es que esta cuestión parece difícil de resolver. Ya no quedan tantas tiendas que se dediquen a la venta de este tipo de material. Estas tiendas comienzan a ser consideradas incluso como raras, pero la verdad es que siguen aportando un producto que, según hemos visto, sigue siendo de utilidad para muchas personas.