Siempre se ha considerado a la educación como uno de los pilares básicos del desarrollo personal y profesional de las personas, y los motivos son de sobra conocidos. Sin educación, una persona no va a ningún sitio, no tiene la posibilidad de obtener ese desarrollo que comentábamos y, por ende, también tiene complicado el acceso al mercado laboral en cualquiera de sus formas. Por tanto, los padres, madres, tutores y tutoras de los y las más pequeñas tienen la obligación de apostar por un modelo de educación que sepan que va a contribuir a la obtención de todos esos valores que hacen falta en la vida.
Obtener el máximo número de conocimientos posible es una de las maneras de hacer más completa a una persona. Es una tesitura que defiende una enorme cantidad de personas en los momentos en los que nos encontramos. Todos y todas sabemos que el colegio, el instituto y la universidad conforman partes fundamentales en la consecución de estos objetivos, pero también es cierto que a veces es necesario combinar estos aprendizajes con otros que se desarrollan o permiten fortificar lo que se aprende día a día en cualquiera de esas instituciones, pero fuera de ellas.
Nos estamos refiriendo, naturalmente, a todas esas clases que se imparten en academias y que juegan una baza muy importante a la hora de hacer que los y las alumnas permitan comprender de mejor manera aquello en lo que se encuentran inmersos en el colegio o tengan la posibilidad de aprender cosas nuevas. Cualquiera de estas posibilidades es un avance tremendo en lo que tiene que ver con su educación y hay que aprovechar las posibilidades que esto nos ofrece de cara a potenciar sus aptitudes. Ni que decir tiene que nos lo van a agradecer más bien pronto que tarde.
Un artículo que fue publicado en la página web Guía Infantil hablaba sobre aquellos momentos en los que se hace necesario que un niño o niña obtenga un refuerzo extra de cara a su aprendizaje. En el artículo se indica que es cuando existen dificultades en el aprendizaje o cuando se tienen malas notas cuando hay que proporcionar esta ayuda, pero la verdad es que nosotros no estamos del todo de acuerdo. Es evidente que una persona que tenga problemas de aprendizaje necesita esa ayuda, pero todos aquellos alumnos y alumnas que vayan francamente bien en sus estudios pero que quieran seguir progresando, deben tener la oportunidad de hacerlo.
Una noticia publicada en la página web de La Vanguardia indicaba que, en el año 2014, un 44% de los escolarizados recibía clases particulares, lo que pone de manifiesto la popularidad que tiene este modelo de aprendizaje en los tiempos que han corrido recientemente en España. Habrá un porcentaje de ellos que lo haga porque necesita mejorar sus resultados académicos y otra parte que lo haga porque simplemente quiere seguir a un buen nivel de cara a los meses siguientes. Como en tantas otras situaciones en esta vida, para gustos, colores.
Es innegable que ha aumentado el número de alumnos que solicitan clases particulares en España. Son muchos los expertos que llevan tiempo diciendo que este es uno de los modelos que garantizan mayor medida el éxito escolar, ya sea en el colegio o en el instituto. E incluso, un refuerzo puede ser útil una vez llegada la vida universitaria. Los profesionales de la Academia Elipa nos han informado de que los resultados entre quienes apuestan por sus clases ha mejorado y que eso ha permitido sobre todo a muchos niños y niñas obtener progresos en lo que a sus notas se refiere y también, y lo que es más importante todavía, en lo que tiene que ver con sus conocimientos y aprendizaje.
No excederse es fundamental
Las clases particulares son realmente útiles para todas aquellas personas que busquen alguno de los objetivos que os hemos ido comentando a lo largo de los párrafos anteriores. Pero es cierta una cosa: conviene no sobrecargar a los niños y niñas con excesivas clases particulares porque, aunque sean del todo positivas para ellos y ellas, les quitarían demasiado tiempo para socializar con otros menores y para disfrutar de sus ratos de ocio. Está bien apostar por clases particulares, pero hay que tener un control.
Estamos seguros de que los beneficios de las clases particulares van a seguir siendo muy grandes de cara a los próximos años en España. La verdad es que se trata de un asunto que otorga un avance sustancial en todo lo que está relacionado con el proceso de aprendizaje de los menores y que, por ende, debemos cultivar siempre en la medida de lo posible. Muchas familias van a seguir confiando en clases particulares para darle la mejor de las educaciones a sus hijos e hijas. Y es así como, cada vez, vamos a ir obteniendo más y mejores profesionales en España.