El ajedrez mejora los síntomas del TDAH

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El ajedrez es un ejercicio bueno para el cerebro y tiene muchos beneficios para los niños. Algunos centros incluyen este deporte en el programa como una actividad curricular más.

La revista Sapos y Princesas informa que «el ajedrez es un juego clásico cuyo origen se sitúa en la India. Desde allí se extendió a China y posteriormente al mundo entero que ha contado siempre de grandes aficionados entre los adultos y los niños. En el siglo XV, el juego se difundió por Europa y esta variedad europea ha sido la que más se ha adoptado al incluir elementos como la dama y el alfil».

Gracias al ajedrez los alumnos mejoran sus habilidades de aprendizaje, aprenden habilidades interactivas y un conjunto de habilidades intelectuales.

Los beneficios del ajedrez son:

Mejora las funciones cognitivas

El ajedrez mejora las funciones cognitivas como la comprensión, la decodificación, el análisis y el pensamiento.

Evita las pantallas

Gracias al ajedrez el pequeño no estará jugando con los videojuegos, por lo que participará en una actividad que es divertida y mejora la concentración.

Refuerza las relaciones positivas

El ajedrez refuerza las relaciones positivas porque juega con otros niños. Construye relaciones con los compañeros a partir de la lealtad y la cooperación.

Mejora la paciencia

Los profesionales en actividades extraescolares de AulaRecreo informan que el ajedrez «favorece la paciencia y el respeto por el contrario, ya que se debe saber respetar los tiempos del rival al igual que aceptar la derrota».

Fomenta la imaginación

Otro de los beneficios es que
fomenta la imaginación y la creatividad.

Económico

Es un deporte económico y
se puede practicar bajo techo o al aire libre.

Ejercita ambos hemisferios cerebrales

«The New York Times» publicó hace unos años el estudio de unos investigadores alemanes que descubrieron que tanto los grandes maestros como los novatos, cuando juegan ejercitan por igual los dos hemisferios del cerebro.

Mejora la creatividad

El hemisferio derecho del cerebro es el responsable de la creatividad. En estudio del doctor Robert Ferguson, se descubrió que después de 32 semanas, los estudiantes que jugaban al ajedrez lograron mejores resultados en las pruebas de creatividad.

Potencia la memoria

Un estudio de 1985 comprobó que los alumnos que practicaban el ajedrez destacaban por su mejor memoria en todas las asignaturas.

Tolerancia

Propone valores como la negociación, integración y la tolerancia.

Mejora los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad

Es un síndrome descrito por George Still en 1902, se trata de un conjunto de trastornos que tiene en común algunos síntomas como la impulsividad, la hiperactividad, el déficit de atención, la falta de regulación emocional y una disfunción ejecutiva.

Un estudio han comprobado que a los alumnos con déficit de atención e hiperactividad (TDHA) el ajedrez les ayuda a concentrarse mejor y a reducir su medicación.

«Por primera vez, hemos demostrado que el ajedrez es una herramienta más que puede integrarse en el tratamiento del TDAH siempre que al niño le guste y esté motivado a jugar», explica Hilario Blasco-Fontecilla, uno de las autores de la investigación y psiquiatra de la Infancia y Adolescencia en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid.

El estudio «Jaque Mate al TDAH» se realizó con 44 niños de 6 a 17 años que asistieron en el Centro de Salud Mental de Villalba (Madrid).
En esas sesiones semanales los niños jugaban una hora de duración durante once semanas consecutivas, impartidas por un experto. Los especialistas aconsejaron a los menores que también practicaran en casa.

Tras este periodo, «la mayoría de los padres refirió cierta mejoría de la severidad del TDAH en sus hijos y casi la mitad percibieron una disminución de la severidad del 30%», afirma el doctor Blasco-Fontecilla.

Todavía es necesario un estudio más amplio, pero Fontecilla plantea introducir el juego del ajedrez como terapia complementaria dentro del tratamiento de TDAH.

El investigador continúa explicando que este juego ha demostrado que en menores con TDAH «mejora su comportamiento general y su atención; logra que controlen mejor su impulsividad e incluso su postura corporal, sentándose adecuadamente; hace que atiendan las órdenes a la primera y desarrolla el hábito de estudio. Los niños que han continuado jugando al ajedrez de forma regular y estableciendo cierto hábito evolucionan de forma muy positiva: tienen incluso menos medicación y mejores resultados académicos».

«En un niño que no está adecuadamente tratado, el ajedrez no va a tener éxito, porque el niño se frustrará. Sin embargo, en un menor que está razonablemente estabilizado, este juego puede resultar una herramienta de rehabilitación muy positiva», añade el experto.

Incluso, los niños diagnosticados con autismo, síndrome de Asperger y otros trastornos también pueden practicar esta disciplina.

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