Cuando se habla de láser, lo primero que nos viene a la cabeza es La Guerra de las Galaxias y la flamante (y luminosa) espada, al menos a los más frikis. Al resto de los mortales, lo más posible es que les sacuda la imagen de la depilación con láser. Es natural, es donde más fuerte ha sonado su aplicación en las últimas décadas. Aunque la tecnología láser, se utiliza en numerosos sectores y campos, entre los cuales vamos a destacar el sector de la odontología. No queremos decir con esto que en la clínica dental vayas a poder o puedas, realizarte una depilación permanente con este método. Vamos a hablar de las múltiples aplicaciones y beneficios que esta tecnología ha aportado a esta rama de la medicina.
Para adentrarnos en la materia, no hemos dudado en acercarnos a Dental Studio, una clínica dental en la que el láser es una herramienta esencial. A lo largo de las últimas décadas, las múltiples técnicas que se aplican en este sector, han avanzado de forma considerable, de tal manera que se garantiza un mejor servicio y, por supuesto, una mejor calidad de vida para los pacientes que acuden al odontólogo. Aunque ejemplos de los avances experimentados hay muchos, uno de los que más ha captado nuestra atención es el citado láser de diodo. Considerado por odontólogos y pacientes como uno de los métodos más efectivos a la hora de facilitar la realización de varios de los tratamientos odontológicos practicados.
Este láser en particular es una herramienta de muy alta precisión que utiliza la energía de la luz láser para trabajar. Su diseño ofrece una herramienta de gran versatilidad y con un amplio espectro de aplicaciones dentro de la clínica odontológica. El haz de luz generado por este tipo de dispositivo, proporciona una energía con muchas propiedades que facilitan la consecución de efectos terapéuticos y reparadores en el tejido sobre el que se aplica. Su composición consta de un medio activo sólido y un semiconductor que utiliza galio, aluminio o indio, para hacer posible que el láser de diodo transforme la energía eléctrica en luminosa y realice la función correspondiente. El láser de diodo cuenta con una longitud de onda que va de los ochocientos a la novecientos ochenta milímetros, permitiendo que la energía pueda transportarse fácilmente a través de la fibra óptica.
Usos del láser diodo en la clínica dental
Las aplicaciones de este tipo de tecnología en el campo de la odontología son útiles sobre tejidos blandos. Esto es así porque con la misma herramienta es posible cortar y coagular al mismo tiempo, por lo que se obtiene una respuesta efectiva muy valorada en cirugía, donde es esencial evitar la hemorragia. Además de esta aplicación, es posible utilizarlo para otros muchos tratamientos odontológicos que requieran o no de anestesia. Algunos de esos tratamientos son para la sensibilidad dental, el blanqueamiento o la descontaminación de las bolsas periodontales o periimplantarias.
Así mismo, aporta una serie de grandes beneficios en la realización de endodoncias, periodoncia e implantología, gracias a su potente efecto bactericida. Estos aspectos de gran relevancia hacen que definitivamente, nos encontremos ante una tecnología puntera que se pone al servicio de aquellos pacientes que requieren y necesitan de una atención odontológica especial para mejorar su salud bucal.
No obstante, es necesario e importante regular de forma adecuada el período durante el cual se va a aplicar el láser, así como la potencia necesaria. De esta manera se evita el sobrecalentamiento de las superficies y tejidos aledaños en cuyo caso, podría desencadenar una necrosis. Hay que recordar que tanto el profesional como el paciente, deben estar provistos de la protección ocular necesaria durante la aplicación del tratamiento.
Para los profesionales del sector, este tipo de tecnología es el todoterreno de las clínicas dentales. Tanto es así que, para muchos odontólogos se ha convertido en la herramienta imprescindible. Su aplicación a nivel quirúrgico sobre los tejidos blandos e implantología dental o tratamientos de periodoncia y endodoncia, constatan que así es. Por si no fuera suficiente, es un excelente aliado en todo tipo de procedimientos de blanqueamiento dental, una gran herramienta para erradicar aftas y herpes y, eficaz en el tratamiento de la sensibilidad dental.
Del mismo modo, es posible su utilización para realizar biopsias, ayudar en la recuperación de las lesiones sufridas en los tejidos blandos o la eliminación de las incomodas manchas que se producen en las encías.
Hablando con mayor detalle, podemos decir que dentro de la terapéutica dental, el láser diodo, es muy utilizado en el sellado de fosas y fisuras, eliminación de obturaciones anteriores, preparación de cavidades y sensibilidad dental. Dentro del campo de las prótesis, ayuda en la preparación de las encías previa a la colocación de los implantes o coronas. Para la odontología estética es el aliado perfecto en el blanqueamiento dental.
Como ya hemos comentado, dentro del campo quirúrgico de la odontología, el láser de diodo está cada vez más presente en las intervenciones relativas a la cirugía periapical, la frenectomía, escisión de los tejidos blandos como úlceras o herpes, lesiones benignas como mucoceles o fibromas, etc.
Los beneficios del láser de diodo
Aunque para muchos ha pasado desapercibido, la utilización de herramientas como la fototerapia y el láser, han logrado hacerse un hueco en la terapéutica odontológica. De hecho, han pasado a ocupar un espacio con mucha trascendencia y relevancia para llevar a cabo los tratamientos más vanguardistas, de una manera menos agresiva.
De ahí que muchos dentistas se hayan subido al carro de la tecnología más puntera y en los últimos años, sean cada vez más, los odontólogos que se atreven con esta técnica en sus centros de trabajo. Esto conlleva un cambio en su propia metodología de trabajo y a consecuencia una obtención de la respuesta más inmediata, en lo que a confianza de los pacientes respecta.
En la actualidad, existen diferentes tipos de láser, cada uno con una función específica en los diferentes procedimientos y tratamientos que atañen a la cavidad oral. Sin embargo, el láser de diodo es uno de los que más aceptación han tenido y mayor relevancia han logrado dentro del campo. Esto se debe a que dentro de ese universo de opciones que ofrecen los diferentes láseres existentes, el de diodo, destaca por su versatilidad, facilidad de uso y manejo, el bajo coste y la gran eficiencia que muestra.
Dentro de este mismo contexto, no podemos dejar de señalar los diferentes beneficios que la tecnología de este láser, aporta dentro del campo de la salud bucodental y la optimización de la misma. Es importante destacar que ofrece una mayor precisión en la zona en la cual se va a proceder a realizar el tratamiento, lo que se traduce en menor agresividad para el paciente, por ser un tratamiento menos invasivo.
Al mismo tiempo, se ven reducidos los niveles de ansiedad que puede mostrar el paciente, puesto que no requiere la utilización de anestesia en la mayoría de las situaciones. En el momento en que el láser toca la superficie a tratar, se produce un efecto anestésico que elimina la aparición del dolor.
Posee un efecto antiinflamatorio y poco agresivo, sobre todo en comparación con otro tipo de técnicas. Su poder antiséptico permite descontaminar la zona operatoria, mediante la cauterización inmediata, coagula con rapidez y se evita el exceso de hemorragia. Esto conlleva una mejora de la cicatrización añadida, por lo que no es necesario recurrir a las suturas convencionales en una gran mayoría de casos. En consecuencia, se producen muchas menos molestitas postoperatorias.
Gracias al láser de diodo, es posible preservar la integridad de la pieza a tratar, casi en su totalidad. Al ser necesario utilizar menos instrumental odontológico, se puede mantener un ambiente más cómodo tanto para el paciente como para el odontólogo que trabaja con mayor eficiencia.
Y aunque sea menos relevante, el ruido que genera es mucho menor que el que produce la molesta turbina necesaria para proporcionar presión al instrumental tradicional.
Antes de concluir, debemos señalar que existen algunas aplicaciones en las que no está recomendado su uso. Los profesionales del sector de la odontología están de acuerdo en evitar el láser de diodo para la eliminación de las caries profundas. Esto se debe a que, de aproximarse al nervio dental, los daños que puede generar son irreparables en la pieza. Del mismo modo que tampoco es aconsejable utilizarlo para eliminar alguno de los materiales que hayan sido colocados previamente sobre la pieza dental.
En resumen, la utilización del láser de diodo en las clínicas dentales, está cobrando cada vez mayor protagonismo. No en vano, sus beneficios son muchos, mejora de manera exponencial la experiencia del paciente en la clínica, facilita la recuperación para que sea más rápida y, aporta mayor eficacia y precisión en cada uno de los tratamientos en los que se aplica. Se evitan efectos secundarios indeseables, minimiza el dolor y logra resultados más rápidos y eficaces de los que algunos métodos tradicionales proporcionan.
A partir de ahora, cuando vayas a la clínica dental, no dudes en consultar si ofrecen tratamientos odontológicos, practicados con láser de diodo. Es una ventaja para la clínica y por supuesto, para el paciente.