Con la llegada de la primavera, la famosa ‘operación bikini’ asalta nuestras vidas: las revistas optan por llevar mujeres en bañador en sus portadas, por Internet encuentras miles de consejos para tener el cuerpo perfecto, existen múltiples recopilaciones de los mejores bañadores para realzar escote, disimular cadera o lucir cuerpazo… Pero tanto si la llegada del verano te preocupa como es algo que no te interesa en absoluto, tenemos los mejores consejos para disfrutar de esta época, sea como sea que te quieres ver.
Y es que, en muchas ocasiones, el peso de la báscula no determina si estamos sanos. Lo más importante, siempre y cuando llevemos una dieta equilibrada y realicemos ejercicio físico con asiduidad, es sentirnos bien con nosotros mismos, porque eso denota que tenemos una gran autoestima y salud mental, los pilares básicos de la salud. Es por ello por lo que, en este artículo, nos vamos a centrar en llegar preparados para el verano… Pero en el mejor sentido de la palabra: con el cuerpo preparado para absorber todos los rayos de Sol y, con ellos, grandes cantidades de Vitamina D; para evitar la retención de líquidos que tanto dolor produce en algunas personas; para evitar las quemaduras solares y las complicaciones que pueden acarrear…
El primer paso que deberíamos llevar a cabo es el de realizar una desintoxicación, con el objetivo de llegar a la época más calurosa del año sin retención de líquidos, ya que si bien no es una enfermedad grave, el edema sí es molesto y puede producir inflamación, pesadez o hinchazón en zonas como los pies, las manos, las piernas… En este aspecto es fundamental buscar aliados en la comida. Algunos alimentos que nos pueden ayudar en este sentido son la piña, los espárragos, las alcachofas, el apio o la lechuga, entre otros. No es necesario realizar unas comidas determinadas con estos ingredientes, sino que con incluirlos en nuestra dieta es más que suficiente. Y, en este sentido, también podemos ayudar a nuestro cuerpo con tratamientos estéticos como por ejemplo la mesoterapia corporal, la presoterapia o la radiofrecuencia, tal y como nos indican nuestros amigos de la clínica de medicina estética de la Dra. Rosa Bonal.
El siguiente consejo esencial es el de la hidratación. Y no solo se consigue bebiendo dos litros de agua al día y manteniéndose hidratado con líquido, sino también a través de la alimentación. Mantenernos hidratados nos ayudará a combatir la retención de líquidos, también vamos a favorecer la transpiración de nuestra piel, pero ayudarnos de alimentos ricos en agua y fibra como frutas y verduras nos aportará grandes cantidades de vitamina C, que es un potente antioxidante que nos ayudará a la hora de exponernos al Sol. En este sentido, nos encontramos ante la necesidad de sintetizar dosis suficientes de vitamina D, ya que una deficiencia de esta vitamina puede llevarnos a sufrir enfermedades óseas como la osteoporosis o el raquitismo.
El otro aspecto fundamental es la realización de deporte de forma regular. No es necesario hacer ejercicios de alto impacto ni de mucha intensidad, con mantener una actividad física razonable -con 150 minutos a la semana es suficiente-, ya que estamos ayudando a nuestro cuerpo a eliminar toxinas y a mantener altos los niveles de dopamina, oxitocina, serotonina y endorfina, esenciales para mantener saludable el cuerpo y ayudar a nuestro organismo a realizar todas sus funciones de manera correcta.
La importancia de mantenernos saludables todo el año
Cierto es que nuestro aspecto físico comienza a importarnos así como llega el calor y es el momento de empezar a quitarse capas de ropa y a dejar al descubierto algunas partes de nuestro cuerpo. Sin embargo, preocuparnos de nuestra salud únicamente unos meses al año -y con unos objetivos que nos llegan a producir ansiedad en muchas ocasiones- es un gran error. Para empezar, porque podemos enfermar en los meses en los que no prestamos atención a nuestra dieta, al ejercicio ni a nuestra salud en general. Y, para continuar, porque tiran por tierra todos los esfuerzos hechos ante la temporada estival.
Es por ello por lo que preocuparnos por nuestro aspecto físico, aunque sea por unos meses al año, está muy bien ya que nos ayuda a tomar consciencia sobre lo que nos viene bien y nos ayuda a comprender qué podemos hacer para mantenernos sanos. Sin embargo, desde aquí queremos animar a todos nuestros lectores a que traten de mantener el estilo saludable durante todo el año.