Ahora que el verano ya va avanzando y que poco a poco se acerca el otoño, debemos de ir pensando en como vamos a calentar nuestro hogar cuando llegue la temporada de frío. Una tarea que habitualmente solo hacemos una vez, cuando lo instalamos y de la que nos beneficiamos durante un gran número de años. La realidad pasa porque con el avance de las tecnologías, hoy en día, existen multitud de sistemas diferentes para llevar el calor a nuestra casa, sin embargo, algunos son mucho más eficientes que otros. Un ahorro, si elegimos bien, que nos puede suponer dejar en nuestros bolsillos cientos de euros cada año, por lo que, en función de nuestras necesidades concretas, así como de las del lugar donde residamos, tendremos que escoger siempre la opción que más nos convenga. Es por ello por lo que a lo largo de este post os queremos acercar algo de claridad sobre este tema.
Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) hay hasta un 15% de viviendas en nuestro país que no cuenta con ningún sistema para calentar la casa. Del 85% restante, un 10 usa un sistema de calefacción centralizado, propio de los edificios comunitarios, un 25 se calienta con un sistema de calefacción individual, mientras que el montante restante lo hace con elementos independientes como pueden ser estufas, radiadores, bombas de calor… Por desgracia son este último tipo de sistemas los más habituales en nuestro país. Decimos por desgracia puesto que son los menos eficientes, o lo que es lo mismo, los que menos energía ahorran. Se trata de unos aparatos que pueden llegar a consumir hasta el 67% de la factura eléctrica de nuestra vivienda, es por ello por lo que paulatinamente debemos de irnos olvidando de ellos y pasarnos a otros medios, de hecho, el propio IDAE ha sacado un manual en el que se explica con todo detalle las diferentes redes de calor, así como sus valores. Una amplia guía en la que los lectores pueden conocer con detalle el funcionamiento de las formas de calentar el hogar.
Hoy en día, la calefacción más económica es la centralizada puesto que es más eficiente y barata y esto se debe a que el coste de instalación es menor, al tratarse de una compra colectiva, así como al ser una caldera de mayor tamaño, también podemos negociar las tarifas del combustible que echemos en ella.
Para irnos acercando más a los tipos de calderas que existen, podemos mencionar antes que las podemos encontrar de diferentes modalidades en función del estado del elemento que haga subir la temperatura. Así podemos encontrarlas de líquido en el caso de usar gasóleo, a gas, si optamos por propano, butano o gas natural y sólido en el supuesto de que usen biomasa.
Una vez conocidos los tipos de calderas por el estado del material que usan, pasamos a diferenciarlas por su eficiencia y lo haremos de más contaminante a más ecológica.
- Atmosféricas. Están prohibidas desde el año 2010 y en ellas la combustión se realizaba en contacto con el aire de donde estaba ubicada.
- No están prohibidas, pero se aconseja su cambio. La entrada y salida de los gases tiene lugar en una cámara cerrada por lo que son algo más seguras que las anteriores.
- De modulación automática de la llama. Son las que habitualmente conocemos como termos y que tenemos en muchas de nuestras casas. Encienden y apagan automáticamente la llama en función de las necesidades del momento y del calor que se necesite.
- De baja temperatura. Es la ideal para zonas con climas no muy extremos y para casa con calefacción por suelo radiante.
- De condensación. Ofrecen un gran ahorro respecto a las convencionales y por ello son las que se recomiendan. Funcionan recuperando el calor producido por el vapor de agua.
Las calderas de biomasa y pellets, unas de las más vendidas en la actualidad
Si preguntamos a los expertos, estos nos dirán que en los últimos tiempos las calderas de biomasa y pellets están creciendo a un ritmo vertiginoso y es que además de económicas, son ecológicas. En Vimai lo saben y por ello ofrecen las calderas de biomasa y pellets más punteras del mercado. Una gran opción para los que queremos tener una concienciación con el medio ambiente y ser cuidadosos con lo que nos rodea, además de ahorrar unos cuantos euros cada año.