Actualmente vivimos una época de grandes cambios tecnológicos y el sector de la automoción no es ajeno a ello puesto que cada día vemos y recibimos noticias de nuevas invenciones y ayudas a la conducción que hacen que nuestros vehículos sean cada vez más autónomos, conectados y verdes. Estos avances llevan consigo que muchos sean los que cada día me preguntan si es el momento adecuado para cambiar de coche y de ser así cual comprar mientras que otros, buscan apurar los modelos que actualmente tienen buscando incluso componentes a los que se les ha dado una segunda vida como es el caso de los motores reconstruidos HIA que hacen que si nuestro vehículo falla de motor o alguno de sus componentes, podamos recuperarlo mediante piezas reacondicionadas mientras no cambiemos de coche y con una total garantía de funcionamiento.
Como os cuento, somos muchos los que no sabemos en este momento si es el adecuado para renovar nuestra flota de vehículos o por la contra debemos conservar nuestras monturas algunos años más mientras no se aclare el panorama en lo que respecta al futuro de la automoción puesto que en la actualidad existen muchas dudas al respecto, sin ir más lejos, en lo relativo a la contaminación de los coches y es que a pesar de las múltiples noticias que podemos leer cada jornada, todavía no tenemos nadie claro con que coches podremos y con cuales no entrar al centro de nuestras ciudades ni a partir de qué año se aplicará la normativa ni por supuesto cuáles serán los criterios elegidos para ponerla en funcionamiento ni mucho menos como se controlará que esta teórica medida se cumple.
En la actualidad lo que si tenemos muy claro es lo que os avanzamos en el título y es que el futuro del sector de las cuatro ruedas pasa por dejar a un lado los motores de gasolina y diésel para dar cabida a los eléctricos y aunque por el momento estamos en el paso intermedio, en la era híbrida, a medio plazo pasaremos a hacer uso de vehículos totalmente propulsados por energía eléctrica y es que aunque haya pocos en la carretera, ya son una realidad y son múltiples las marcas que apuestan por este concepto tecnológico como clave para su desarrollo futuro como es el caso de Tesla, que firma ya autonomías de más de quinientos kilómetros o Renault, que supera con creces los cuatrocientos, mientras que otras como BMW o el grupo francés PSA también han sacado sus modelos completamente verdes aunque con resultados más modestos en lo que a ventas se refiere.
Uno de los inconvenientes más comunes que nos echan para atrás a la hora de comprar un coche eléctrico es el elevado tiempo que supone la recarga de sus baterías, tema en el que Tesla se ha puesto las pilas con la instalación y expansión de su red de su red propia de súper cargadores que acortarán notablemente el tiempo de espera para volver a tener el coche a máximo nivel de autonomía.
En cuanto a otras nuevas tecnologías que se empiezan a aplicar en los coches y por las que pasa el futuro del sector son las relativas a la comodidad y seguridad tanto para el vehículo como para sus ocupantes y por supuesto para el entorno que los rodea como pueden ser los peatones en una urbe. Una de estas innovaciones pasa por un botón que se pretende implantar en todos los vehículos europeos que conectado a una tarjeta Sim nos comunique con el teléfono de emergencias 112 que funciona en todo el territorio europeo. Su funcionamiento es simple y es que se trata de un botón físico al que con tan solo pulsarlo nos comunicará directamente con el servicio además de que también se activaría automáticamente en caso de que salte alguno de los airbags de nuestro automóvil.
El 5G y los coches autónomos
Con el desarrollo de la tecnología de quinta generación llega la posibilidad de tener realmente coches autónomos y es que este avance técnico que popularmente denominamos 5G reduce el tiempo de retardo de punto a punto a cifras casi inapreciables, lo que posibilita que llegue realmente el internet de las cosas y que en este sector, el del automóvil, se traduce en que todos los vehículos puedan estar conectados inalámbricamente entre ellos así como con el entorno que los rodea como semáforos, señales, la propia vía además de con otros nodos de información remotos como pudiera ser el centro de control de la dirección general de tráfico o un sistema de notificaciones de emergencias. Este desarrollo al no tener prácticamente retardo y funcional en tiempo real trae consigo que todos los coches puedan moverse sin interferirse unos a los otros y respetando los impulsos, las órdenes, que otros elementos puedan distribuir para regular el tráfico, eso sí, este proceso de cambio durará años para poder adaptarse pero marcará una nueva era.