Es de sobra sabido que cuando se reforma una vivienda, sea del tipo que sea, el resultado puede ser tan maravilloso como eficiente. Eso lo sabemos todos, de ahí que muchos de nosotros nos endeudemos con el banco para reformar la casa y dejarla a punto en estos tiempos de pandemia pensando en pasar más tiempo dentro, que fuera. Sin embargo, parece que han sido los nuevos, y tan de moda, programas de televisión los que están animando a más de uno, y de dos, a liarse la manta a la cabeza.
Si bien es verdad que en nuestro país ya existían programas de este tipo, y nacionales, con muy buena audiencia, es ahora cuando ha llegado el boom de los programas de reformas. En España teníamos “Bricomania” y “Decorgarden”, productos totalmente nacionales que hacían las delicias de los aficionados los fines de semana por la mañana. De hecho creo que era uno de los pocos programas que tenían buenos números, en lo que a audiencia del día, en esa franja horaria ya que, por regla general, a esas horas y en días no laborables la familia aprovecha para salir todos juntos o para recibir invitados en casa y disfrutar de buenas comilonas.
Pero podríamos decir que esos programas no eran más que pequeños aperitivos de manualidades si los comparamos con los grandes programas que nos han traído las nuevas cadenas de televisión, tanto de A3Media como de Mediaset. Hoy por hoy podemos ver los ya clásicos “Tu casa a juicio” o a los “Hermanos Scott”, pero también nuevas incorporaciones al mundo de la reforma televisiva como “Comprar para vender”, “Minicasas de ensueño”, “Income property” o incluso el concurso próximo a estrenarse en Antena 3, “Masters de la Reforma”.
Este tipo de programas que no dejan de emitir (aunque repitan capítulos hasta la saciedad) en cadenas como DKISS, Divinity o Ten han hecho las delicias de aficionados a las reformas, pero también de decoradores e incluso de manitas que quieren empezar a coger ideas para reformar ellos mismos una vivienda, pero lo más importante, lo que más impacto económico ha causado en nuestra sociedad, es que esos programas junto a la situación actual que tenemos ahora con el Covid19 han propiciado que el sector se esté moviendo mucho más que antes.
Hoy por hoy, empresas de reformas de todo tipo están teniendo más llamadas que nunca, pero también decoradores, interioristas y, por supuesto, las tiendas especializadas en bricolaje y las grandes superficies tipo Leroy Merlin o Bricodepot. Al final, son muchos los que están salvando el año gracias a familias que han visto lo mucho que puede cambiar una vivienda gracias a una reforma y que quieren invertir en comodidad y una mejora en la calidad de vida, sobre todo ante la posibilidad de pasar mucho más tiempo dentro de casa que otros años.
Y es que ya somos muchos los que estamos viéndole las orejas al lobo. Después de pasar confinados más de dos meses el pasado marzo y viendo que los números no dejan subir este otoño, no nos parece ninguna locura pensar que, o bien obligados por las instituciones pertinentes o bien de forma voluntaria, vamos a acabar de nuevo metidos en casa la mayor parte del tiempo este invierno. De hecho, en Madrid, ya están así casi todos los ciudadanos.
Por eso no me resulta extraño que haya muchas familias que prefieran invertir el dinero de sus vacaciones no disfrutadas este pasado verano, incluso también el de las próximas, en reformar ciertos espacios y hacer su casa más cómoda y hogareña.
Pero ¿en qué estancias se está invirtiendo más dinero, o cómo se está intentando mejorar la calidad de vida en estos últimos meses? Veamos algunos ejemplos.
Calidad de Vida
Por un lado encontramos a muchísimas familias que han decidido empezar a hacer sus hogares más eficientes y cómodos pero ¿en qué sentido?
Las viviendas españolas, debido al buen clima que siempre nos ha caracterizado de forma generalizada, no están preparadas para el frío y mucho menos para el calor. Si bien es verdad que ahora sí es posible ver viviendas, tanto en edificios comunales como viviendas unifamiliares, que se construyen pensando ya en esa eficiencia energética, hasta hace bien poco eso era algo que no se tenía en cuenta.
En verano, ante un piso cerca del mar, se priorizaba la posibilidad de construir pensando en canalizar corrientes de aire. En otras palabras, el arquitecto ideaba planos donde las ventanas de la vivienda se enfrentaban con la intención de que, en pleno verano, bastara con abrirlas todas creando brisas dentro de la propia casa y conseguir así que no sea necesario nada más para refrescar las estancias.
En invierno, sobre todo en zonas costeras como el levante español, la costa de Andalucía o la costa catalana, así como en otras áreas del centro y sur de España, era poco probable que las temperaturas descendieran demasiado pues, como bien sabemos, vivimos en un clima cálido. Debido a ello, encontramos viviendas que incluso carecen de cámara de aire en las paredes de las fachadas y ya no hablemos de aislamiento térmico porque, obviamente, no tienen ninguno.
Sin embargo las cosas han cambiado. Por un lado se ha notado un aumento de las temperaturas en todo el planeta que propician que haya oleadas de calor donde se alcancen los 42-45 grados y esa supuesta brisa marina que podría refrescar la vivienda gracias a la contraposición de ventanas es totalmente insuficiente. Por otro lado, las tormentas veraniegas, los DANA y el frío húmedo también han puesto sobre la mesa la necesidad de mejorar la eficiencia de esas viviendas de cara al invierno.
Resultado: hoy en día hay muchísimas familias invirtiendo en aires acondicionados, climatización y aislamiento.
Según Crear Sur, empresa de aislamiento sin obras, estos últimos meses han recibido más del doble de peticiones de presupuesto que en los mismos meses del año anterior. Algo que también confirman empresas de instalación de tarimas, parqués, etc., quienes han detectado que son muchos los clientes que les llaman solicitando la instalación de nuevas tarimas de madera en sus viviendas tras haber concretado con otra empresa la instalación de suelos radiantes.
El suelo radiante es una red de tuberías distribuidas uniformemente bajo el suelo de las viviendas por las que circula el agua caliente de forma que emiten calor manteniendo el suelo cálido para caminar descalzo en pleno invierno y caldear las estancias de forma homogénea y rápida.
Ocio
Pero no todo van a ser mejoras que no se ven, también está teniendo un papel muy importante la estética aunque desde un punto de vista muy eficiente. Y es que esas mismas familias que reforman para ganas calidad de vida, están reformando ciertas estancias para transformarlas en salas de ocio.
Algunas familias redecoran despachos que ya no utilizan para crear salas de juegos, e incluso salas de cine, y otras utilizan la típica sala de estar para este uso. De nuevo, son familias que piensan en cómo pasar más tiempo en casa de cara a este invierno tan atípico que se nos viene encima.
Sin embargo, en esta partida se suelen dejar menos dinero que en la anterior. Según algunas empresas de pintores profesionales, les llaman muy a menudo para pintar ciertas estancias en las que han cambiado los muebles y las han adecuado a otros usos como los mencionados anteriormente. Por ejemplo, se deshacen del antiguo sofá y del viejo rincón de lectura para instalar una amplia Chaise Long donde quepa toda la familia y un televisor de pantalla plana, cuánto más grande mejor, con una buena barra de sonido como mínimo. Es más, han cambiado hasta las tendencias en los materiales textiles usado para la fabricación de esos sofás o Chaise Long y, según explican desde Rioma, ahora han dejado de lado la piel y la polipiel porque el cliente lo que más demanda es el tacto de la tela suave, sobre todo de los tejidos antimanchas que están ahora en el top10 de ventas. De este modo, con una buena mano de pintura y los nuevos muebles, sobra para conseguir adaptar la estancia al nuevo uso que quieren darle.
Lo mismo ocurre si lo que pretenden es hacer una sala de juegos. Se deshacen de los antiguos enseres, se da una buena mano de pintura a las paredes y se instalan nuevo mobiliario que puede ir desde una mesa de centro con buenos asientos para pasar divertidas tardes con los juegos de mesa familiares hasta reservar un rincón de la sala para instalar un billar de segunda mano o un futbolín. Todo depende de los gustos familiares e incluso a veces ni de eso, pues si hay espacio suficiente crean una habitación multiusos muy funcional que sirva como sala de cine familiar y espacio de juegos.
Al final, con este tipo de reforma de lo que se trata es de estar cómodo, de ganar tiempo en el hogar y de mejorar nuestra calidad de vida. Tal vez, cuando todo esto acabe, seamos más familiares que antes y pasemos menos tiempo en la calle y más en casa, con los nuestros. AL fin y al cabo es un estilo de vida que ya se lleva en otros países como Noruega o Alemania, quienes son menos de “callejeros” y más “hogareños”.