No sé por qué hay tanta opinión diferente sobre el tema de la higiene dental en bebés y niños pequeños. Si preguntas a un dentista te dirá una cosa, si preguntas a un pediatra te dirá otra y ya no te quiero ni contar la de informaciones diferentes que puedes encontrar en Internet. Sin embargo, hay algo en lo que parece que sí se han puesto más o menos de acuerdo todos en estos últimos tiempos y es que el cepillado de dientes debe hacerse desde la aparición del primer diente de leche.
Luego ya podemos hablar de la importancia que le da cada pediatra porque a la mía le dije que la nena no quería cepillarse y me cerraba la boca con 12 meses y me dijo que no la obligara, que no pasaba nada y que era pronto. Al poco tiempo empecé a llevarla a revisiones con una pediatra privada y ella me indicó que era muy importante seguir lavándole los dientes aunque la peque no quisiera así que me tocó ponerme dura con ella y cepillarla aunque no quisiera.
No obstante, y dejando a un lado lo que consideran unos pediatras importantes o no, sí que es verdad que este tema está bastante generalizado y todos están de acuerdo en que es mejor empezar a cepillarles los dientes desde la aparición del primer dientes. Pero, ¿cómo?
El cepillo
Hay diferentes tipos de cepillos de dientes y muchos de nosotros, padres primerizos, pensamos que lo mejor es empezar con los de cerdas de silicona que podemos encontrar tanto en grandes superficies como en farmacias y parafarmacias. Supongo que pensamos eso por el tema de la suavidad de las cerdas y por lo delicado de las encías de los bebés, sin embargo esto es un error.
Según la Organización Colegial de Dentistas de España este tipo de cepillo no sirve para nada. Como mucho, puede aliviar al bebé con la inflamación de encías si se lo damos bien frío y se pone a morderlo con energía. En otras palabras, sirve más como mordedor que como otra cosa. Y es que este producto no cepilla los dientes, ni por asomo, así que lo mejor es optar por un cepillo de dientes infantil de cerdas suaves y, por supuesto, cepillarles los dientes despacio, con tranquilidad y sin ningún tipo de fuerza al principio. Ahora bien, ¿cuándo empezar?
Pues lo normal, o lo más generalizado, es hacerlo desde que empiezan a comer papilla o incluso trozos de comida sólida. Hasta entonces, tengan o no tengan dientes, podemos humedecer una gasita limpia tras cada toma de leche, ya sea de pecho o de biberón, y limpiarle las encías con ella.
La pasta
Si con el cepillo de dientes ya hay diversidad de opiniones con el tema de la pasta que debe, o no, usar, hay muchísimas más.
Algunos pediatras recomiendan cepillar los dientes con agua, sin ningún tipo de pasta, hasta los dos o tres años que es cuando el niño puede empezar a enjuagarse la boca sin tragar el producto. Otros pediatras recomiendan usar pasta sin flúor hasta los dos años de edad. Este tipo de pasta de dientes, como la de grandes marcas tipo Weleda o Naturbio. Entre los seis meses y los dos años, la Academia Europea de Odontología Pediátrica recomienda el cepillado dos veces al día con una pasta de dientes con 500ppm de flúor y los pediatras de la nueva escuela (esos que nunca dejan de formarse y actualizarse) recomiendan lo siguiente:
- Desde la salida del primer diente hasta los 3 años: pasta de dientes con 1000 ppm de flúor en las pastas de dientes. (¿Cantidad? El equivalente a un granito de arroz o una raspadita sobre el cepillo)
- Entre los 3 años y los 6 años: pastas con 1000 ppm de flúor (La medida de un guisante)
- Mayores de 5-6 años: Pastas con 1450 ppm de flúor. (la medida de un guisante)
Lógicamente seguir los consejos de un pediatra u otro es una decisión que han de tomar los padres pero hasta donde yo sé, y hasta donde me he informado, creo que la mejor opción es seguir las recomendaciones de los pediatras más actualizados, de la nueva era, como Lucía Galán Beltrán, por poner un nombre conocido a la cabeza de todos ellos pero os puedo asegurar que son muchísimos los pediatras que siguen este tipo de recomendaciones más actuales.
Es como cuando te dice tu pediatra que empieces a darle yogur a la niña o al niño y te recomienda “Mi primer Danone”, un yogur que lleva tal cantidad de azúcar que es como si estuvieras dopando al crío con un chute de bebida energética. Los pediatras de la nueva escuela jamás recomendarían algo así, lo que te dirían es que empieces a darle otros lácteos como queso o yogur natural, sin azúcar ni edulcorante.
Pero seguir los consejos de uno u otro es, de nuevo, cosa de padres y la decisión que tomen siempre será la acertada, siempre.
¿Y dónde puedo comprar pasta de dientes con 1000 pm de flúor? Pues en realidad, aunque a priori no parece muy fácil porque son pocas las marcas que tienen este tipo de línea infantil, es más sencillo de lo que parece.
En esta farmacia y parafarmacia online podemos encontrar el kit de cepillado infantil de PHB Junior por 4,95 (con pasta de dientes, cepillo plegable y pasta dentífrica que cumple con esta característica. Y a partir de los 6 años, cuando las pastas deben llevar unos 1500 ppm de flúor, podemos pasar a la de Lacer Junior, que sale a 3,90 euros el tubo.
¿Y por qué os pongo estos precios? Pues porque si os vais a buscar pastas de dientes infantiles vais a encontrar todo tipo de precios desorbitados que no es necesario pagar. De hecho, aunque Mercadona y su marca blanca de droguería Deliplús deje mucho que desear en más de un sentido, en lo que a pastas de dientes infantiles se refiere han hecho un buen trabajo y podemos encontrar una pasta infantil con 1000 pm de flúor por poco más de un euro.
Y algunos pensarán ¿Y si se traga la pasta? Pues, antes esto, Lucía Galán responde:
“No pasa nada. Con la pequeña cantidad de flúor (grano de arroz) que ponemos el riesgo de fluorosis es prácticamente inexistente”.
Y además nos deja estos consejos:
- Cepillado de dientes, al menos 2-3 veces al día. El cepillado más importante es el de la noche.
- Duración del cepillado al menos 2 minutos con cabezales suaves y pequeños para llegar hasta las últimas piezas. ¡Juguemos con nuestros niños a contar hasta 60 segundos! Hay cepillos infantiles que se ilumina una luz en el mango durante 2 minutos para que sepan cuándo han de parar.
- No endulzar nunca el chupete: ni en mermeladas, ni en miel, ni en ningún líquido dulce.
- No ofrecer zumos. ¡Los niños han de beber agua! Los zumos representan una de las primeras causas de caries en los países desarrollados. Los niños que beben zumos multiplican por tres el riesgo de caries además multiplicar el riesgo de obesidad infantil.
- Enseñar a nuestros niños a utilizar seda dental y a cepillarse la lengua.
- Por supuesto evitar productos azucarados: galletas, chuches, incluso el pan de molde es cariógeno.
- Acudir al odontopediatra de forma rutinaria desde el primer año de vida.