El 74 por ciento de mujeres que quieren ser madres en un futuro estarían dispuestas a realizarse un tratamiento reproductivo, según se desprende del tercer bloque del estudio de fertilidad y maternidad que IVI ha realizado en colaboración con GFK. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que la infertilidad es una enfermedad y está reconocida como tal.
Ser madre es una experiencia única cargada de emociones: felicidad, ilusión, cansancio, nerviosismo…
Mientras esperas al bebé intuyes los cambios que se van a producir en tu vida, pero cuando se hacen realidad muchas personas se sienten desbordadas.
No hay ninguna regla o modo único de afrontar la maternidad, ya que cada madre es diferente.
Pero sí es fundamental tener en cuenta algunos aspectos:
Dejar que el padre se implique
Los papás también son capaces y necesarios en la crianza del bebé.
Muchas madres están equivocadas en querer asumir toda la responsabilidad de la maternidad, pero no debería ser así. Confía en la capacidad de tu pareja y deja que se implique.
Los profesionales de BBTramit, expertos en nacimientos de bebé y sus trámites, aseguran que lo realmente es importante es el tiempo juntos, entre los padres y los recién nacidos.
Dejar a un lado los prejuicios
No te dejes llevar por los estereotipos, críticas o prejuicios de lo que está bien y lo que está mal.
Lo que te hace buena madre y lo que te hace mala madre. No hagas caso de esas recomendaciones y si alguien tiene que determinar qué está bien o mal, que sea un profesional como es el pediatra.
Que tu maternidad no se centre en opiniones externas, sino dale tu propio sentido personal y sigue tu criterio.
La base de la maternidad es el amor, y el amor real es siempre natural.
La culpa no es buena
En las madres primerizas aflora la emoción de la culpa. Culpa por llevarle a la guardería, culpa porque se ha puesto enfermo, culpa por no poder darle el pecho, etc.
La culpa no es necesaria en la maternidad, ya que no es constructiva. Si consideras que te has equivocado, procura hacerlo mejor la próxima vez y si no podías hacer nada para evitarlo, entonces no tienes que sentirte culpable.
La asertividad
Muchas personas te dirán lo que tienes que hacer en la crianza de tu bebé. No dejes que nadie se tome esa libertad de corregirte. Tanto el padre como la madre tienen que dejar claro que ellos son los responsables del cuidado de su hijo, no debéis consentir que os juzguen .
No te compares
La maternidad es una experiencia maravillosa, pero también es muy época con muchos cambios. En algún momento puedes sentir que la maternidad te sobrepasa o no vas a poder con ella, mientras que crees que las otras madres lo llevan mejor que tú.
A veces no es así, cada maternidad es distinta y no debe haber comparaciones.
No hay competiciones ni concursos para ver quién es la mejor madre. Afronta la maternidad, dando lo mejor de ti y olvidándote del resto.
Tiempo para ti
Afrontar la maternidad con éxito, consiste en no renunciar a nosotras mismas como personas independientes. No tienes que estar veinticuatro horas al día con el bebé, ya que no tienes que renunciar a tus hobbies, amistades, carrera profesional…
Muchas mujeres no quieren separarse de sus hijos, porque creen que no van a estar cuidados con otras personas o creen que si lo hacen no son buenas madres. Con la experiencia aprenderás a organizarte y saber adaptarte a los nuevos retos como madre. ¡No te abandones, hay vida más allá de tu rol de madre!
Es muy probable que durante el crecimiento de tu bebé sufras un poco de estrés o ansiedad.
Debes tener en cuenta una serie de consejos para reducir la sensación de estrés que conlleva la maternidad para muchas mujeres, son los siguientes:
–Confía en ti misma: A medida que la mujer va teniendo más hijos, cuenta con más experiencia y tiene más herramientas para afrontar el embarazo, el posparto y la crianza de los hijos.
– Buscar apoyo: es fundamental buscar apoyo en la familia, en amigos, o incluso en las redes sociales, donde se constituyen verdaderas ‘tribus’ de madres que se ayudan las unas a las otras. Con el apoyo es más fácil encontrar soluciones y sentirte acompañada.
– Aprende a delegar: Hay que aprender a delegar tareas con el otro progenitor y con otras personas que formen parte del cuidado de tu hijo.
Que haya diferentes personas que puedan ocuparse de tu hijo te va a permitir disfrutar de espacios personales y alejar el estrés.
– No eres una madre perfecta: no existe la madre perfecta, cada mujer debería expresar sus vivencias personales en la maternidad, para que socialmente no haya un relato unívoco sobre lo que significa ser madre.